Entonces dime, cuál es la realidad de las cosas?
Quizá algún día todo se logre olvidar, quizá algún día volveré a sonreír como lo hice aquella vez; pero por hoy sólo quiero seguir soñándo.
Me repetí a mí misma mil veces, que las palabras se las lleva el viento, y sólo en ese instante desee haberte dicho miles de cosas, infinitas; convertirlas en actos. Actos y hechos.
Tomé otro sorvo, amargo, de esa estúpida cerveza que jamás me ha gustado ni jamás me gustará. Lo hacía por despecho jajá. Tremenda risa; suspiré y volví la mirada al cielo. Oscuro, inmenso, lleno de tanto...
Me sentí tan pequeña, tan inocente, tan NADA. Por que al fin y al cabo, eso somos, nada... Todo se va, todo viene por alguna tonta razón y esa razón es irnos, igual, sin nada, y muchísimas veces estamos en este mundo para nada.
. . .
¡Maldito reloj! ¡Si que me tienes harta!
Cada que dan las 12, no me dejas pensar, me estresas, me alteras y me inquietas.
Quiero detener el tiempo y mirar mucho más atrás, Dios, si tan sólo pudiera haberme dado cuenta antes, de algo...
Volví a suspirar, tanta tragedia en tan poco tiempo, tanta desesperanza sin razón jajá.
Quisiera volver a ser aquella chiquilla inocente, por la que perdiste la cabeza alguna vez, pero nada podrá volver a ser igual.
- Maldición - Susurré al viento, una ojeada por aquí y por allá... Sonreí tontamente y miré las luces de la ciudad, a lo lejos, bañándo el horizonte con suaves y delicados destellos. Si que nada tenía sentido. La vida no tiene sentido. Yo no tengo sentido. Eso es.
Me levante, miré algo aturdida mi habitación y sentí como el frío aire entraba por mi ventana, hablándome, invitándome un momento más; deserté. Si volvía lloraría, lo sé. Tiré la botella a un lado y me acerqué lentamente al foco...
- Tal vez mañana, sea una nueva vida.. - Susurré, pero esta vez, al silencio.
¿Qué más da? Así suele ser siempre.
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